Seguramente alguna vez de pequeña en el cole o en algún otro lugar te han dicho algo así como “¡¡¡¡no se corre por los pasillos!!!”
A mi cientos de veces en el colegio y estoy segura de que no soy la única. Correr por los pasillos es un patrón común en el ser humano (y quizás en otros animales)
Ya no lo hago
Ya no corro por los pasillos
Finalmente crecí y aprendí a no hacerlo bajo la excusa de que me podría hacer daño
Sin embargo, a veces aún hoy en algunos pasillos largos me encantaría echar a correr hasta llegar al final, donde espero encontrar una habitación nueva que me invite a parar.
Los niños conectan mucho mejor con sus sentimientos y sensaciones, son espontáneos y hacen lo que les pide el cuerpo. Sienten e interactúan con el entorno de manera intuitiva, sin tener normas aprendidas como los adultos (aunque de manera escondida también corremos a nuestra manera en los pasillos)
Hoy te invito a sentir como un niño y a volver a conectar con tu entorno como lo hacías en tu edad escolar, sin reglas aprendidas, escuchando a tu cuerpo y tus sensaciones
Te invito a pensar en modo Feng Shui, donde lo importante eres tú y tu interacción con lo que te rodea. Aprender a ver lo invisible con todos tus sentidos y todo tu ser.
De esto va este post de hoy: Entender por qué el espacio interactúa sobre nosotros más de lo que creemos y cómo, asumiendo y conviviendo con ello, podemos moldear el espacio para que nos aporte algo maravilloso para nuestro bienestar
Hoy vamos a experimentar el movimiento del Chi
¿Qué vas a encontrar en este post?
EL CHI ES LA CLAVE DE TODO
Si acabas de llegar a esta web por primera vez o si es tu primer acercamiento al Feng Shui, seguramente no sabrás qué es el Chi.
No te preocupes
En este mismo post definiremos brevemente el Chi y lo que conlleva, para que no tengas que andar saltando de post en post en busca de respuestas. Aún así, si quieres conocer más sobre el Chi y su significado, te recomiendo leer “El Chi, la fuerza o como lo quieras llamar”
El Chi es la energía vital que está en todas las cosas, personas, animales… las atraviesa, las alimenta y las envuelve. Es algo así como la conexión invisible que hay entre todo y entre todos, que transmite los sentimientos, las inquietudes, las alegrías o las penas en ambos sentidos: de tí al entorno y del entorno hacia tí.
Si tenemos alrededor un ambiente que nos aporta buenas sensaciones, el Chi es ese “ambiente” que se ha creado y que te inspira eso bueno que tiene.
Si nos rodea un entorno desagradable, destruido, sucio o negativo, el Chi es eso que nos incomoda y que nos hace sentir mal en ambientes mal cuidados, rotos o abandonados.
Pero el Chi no es algo estático, que está o no está.
El Chi fluye por el espacio, como un gas o un líquido, que va llenando lentamente un ambiente u otro.
Como cualquier fluido, el Chi se expande cuando hay espacios amplios y despejados y se contrae cuando estamos en habitaciones pequeñas, llenas de cosas o mal ventiladas. También unas veces fluye rápido, como el agua cuando pasa por una tubería estrecha o puede ir lento, cuando va cuesta arriba o cuando se “entretiene” en algún recoveco.
Ahora que conocemos algunos aspectos del Chi, me gustaría volver al tema de los pasillos y por qué los niños tienden a correr en muchos de ellos.
Correr en general no es malo, pero indica sensación de huida, prisa, que son conceptos contrarios a la paz, la tranquilidad o la seguridad que tanto nos gusta.
Por tanto… si los niños corren por los pasillos, ¿Qué tienen los pasillos que les incitan a ir más deprisa?
Tan sencillo como que son espacios largos y estrechos, donde el Chi fluye rápido y nosotros también. Cuanto más largo es un pasillo, más rápido queremos salir de él. Cuanto más estrecho es, más rápido fluye el chi y más sensación de prisa hay.
De hecho, aunque hayamos aprendido la regla social de no correr por los pasillos, es bastante común a todas las personas las ganas o el sentimiento de querer acelerar en general cuando tenemos ante nosotros un pasillo largo o estrecho
EL ENTORNO CONTAGIA SENSACIONES. LA VELOCIDAD DEL CHI
Mira esta imagen y piensa que estás ahí.
Detente un momento a sentir qué te diría tu cuerpo si estuvieras al comienzo de este pasillo:
Muy probablemente hayas pensado en términos como inquietud, prisa, mareo, soledad (a pesar de que hay alguien caminando por el pasillo)
Estoy segura de que cualquiera que llegue a este pasillo, vaya a la velocidad que vaya, acelera al entrar aquí. La sensación de velocidad se puede palpar en el ambiente ¿verdad?
El Chi va increiblemente rápido en este espacio, que es muy largo y muy estrecho, con materiales lisos y reflectantes y el techo acompañando en la dirección de la marcha. Esto es una autopista del Chi… ¿Lo sientes?
¿Te imaginas parándote a charlar con algún amigo que te encuentres?
Yo creo que no…
Quizás iríais juntos (rápido) hasta el final y luego charlaríais ¿verdad?
Vamos con otra imagen, párate y conecta con lo que te inspira sentir:
¿Te inspira velocidad? ¿Hay prisa en sus pasos?
No parece, ¿verdad?
Es un pasillo… siempre nos invitará a avanzar por él, pero en este caso la sensación de prisa se ha atenuado muchísimo y casi te puedes imaginar paseando por este camino, observando la arquitectura que lo rodea y charlando amigablemente con alguien mientras camináis.
Fíjate que la estructura de palos que componen este pasillo, forma líneas perpendiculares a la marcha, que van “frenando” la sensación de prisa que un pasillo puede inspirar.
El Chi fluye por este pasillo más lentamente, sin parecer una autopista o una carrera de bólidos y eso nos transmite paz.
Ahora quiero mostrarte otro pasillo… tómate unos segundos para conectar con él:
El aire es denso, ¿verdad?
Es un pasillo igualmente, pero todo está parado. No hay dinamismo, no hay vida…
Nadie quiere llegar al final
Aquí el Chi llega y se muere
y nuestro cuerpo lo percibe, infundiendo sensación de desolación y eso no gusta ni motiva ni apasiona.
Un último ejercicio… mira esta foto y siente:
Otro pasillo, pero qué diferente a los demás, ¿verdad?
Este se parece más al de una casa normal… seguramente te has fijado en que es más ancho que los otros, pero fíjate un poco y verás que también hay más elementos que favorecen la sensación de paz o de bienestar:
- Las lamas del suelo cruzan el pasillo de lado a lado en lugar de ir a lo largo de él
- Las paredes no son rectas, sino que tienen entrantes y salientes, haciendo pequeñas habitaciones a lo largo del pasillo.
Ambos elementos (el suelo y los pequeños muros de separación) hacen que este pasillo pierda prisa y velocidad, e invitan a estar, a charlar, a caminar por él y no a correr.
El Chi va dando un paseo por aquí
EXPERIMENTA, PERCIBE… Y PRACTICA
Como ves el Chi se puede percibir en todos lados, en interiores o exteriores, en colegios, parques, casas, palacios o ruinas.
Unas veces va rápido y genera prisa
Otras veces va lento, fluyendo suavemente por los espacios e invitándote a pasear
Si te ha gustado este post y quieres practicar sensaciones variadas e interesantes en pasillos, aquí te dejo algunas más. Son un ejercicio genial para poder conectar con tu ambiente y hacerte uno con él, ya que tu creas los espacios y éstos como retorno influyen en tí.
Ahora te toca a tí salir al mundo y permitirte experimentar el Chi en cada lugar.
Me encantaría poder saber tu opinión sobre lo que escribo, si te ha funcionado, si te ha sorprendido, si te parece farfulla… lo que quieras.
Lo peor que podría pasar es haberte dejado completamente indiferente
¿Es así? ¡¡¡Cuentamelo!!!
Me encanta saber que hay alguien al otro lado
Muy interesante todo esto que nos muestras. Son sensaciones que nunca se nos ocurre pensar pero que ahí están y que muchas veces hemos sentido pero por desconocimiento no lo hemos podido resolver. Los pasillos largos como el de la primera foto me dan vértigo , es una sensación que nunca hubiera sabido su origen.
Las tres últimas fotos las describiría:
1ª – a mí me da paz, porque esos arcos me dan sensación de que me acogen. (esa es mi sensación)
2ª -no me dice nada… es completamente anodino.
3ª- es un pasillo largo pero tiene algo que corta la sensación de correr y rechazo como son los muebles y el color, es agradable.
Me ha encantado todo, besitoss
Lola
Muy interesante lo que expones y sobre todo muy practico para sentir el fluir del chi en distintos ambientes.
Muchas gracias, Almudena. Entender por qué algunos espacios provocan una emoción o sensación directa es genial para comenzar a saber elegir de que quiere uno rodearse 😃