¿Qué vas a encontrar en este post?
EL TAMAÑO DE TU CASA NO IMPORTA SI HABLAMOS DE TU BIENESTAR
Hace unos años viví en un piso de 27 metros cuadrados
Sin moverme del sofá podía encender la tele, ordenar los libros y abrir mi armario.
No me sobraba el espacio pero tampoco sentía que me faltara nada…
A pesar de las estrecheces era una GRAN casa
El tamaño no importa
Al menos en lo que te quiero explicar ahora
A casi todos nos gustan las casas amplias, donde quepa el mueble que se me antoje sin preocuparme de tomar medidas y donde pueda bailar un vals en la cocina si me apetece o que tenga armarios en los que quepa toda la ropa que yo quiera, por mucha que sea.
Hay muchas razones que te han hecho elegir tu casa y esa es tu decisión.
Estoy segura de que es una decisión acertada.
Ya sea tu casa grande como un palacio o del tamaño de un armario pequeño, es tu casa y te puede hacer feliz.
El bienestar no ocupa lugar
No te pongas excusas fáciles
Ahora repite conmigo: “El tamaño no importa”
Otra vez.. “El tamaño NO importa”
Hace unas semanas vimos qué era eso de “encontrarle un sentido a la habitación” que es lo que hace que puedas sentir el espacio y la funcionalidad antes de comprar nada. Si bien este concepto es importante en todas las casas, es absolutamente crucial cuando hablamos de casas pequeñas.
Otro aspecto fundamental para vivir a gusto en tu casa pequeña es el tamaño de los muebles.
Habrá muebles como la cama, que tienen medidas estándar, por lo que serán los objetos que primero pensaremos cómo y dónde colocar.
Si quedan estrechos o “atacan visualmente” no te preocupes, hay solución casi para todo. En estos casos lo mejor es engañar al ojo, luego veremos algunos ejemplos reales.
Otros muebles como armarios, estanterías modulares, mesas, mesillas, etc… son mucho más versátiles, por lo que elegiremos siempre los que tengan menor tamaño y dejen fluir el chi y a la gente por la casa y por el sentido de la habitación que le hemos dado.
Yo misma he vivido en una de las casas más pequeñas que se puede tener y, como te decía al principio, fué una gran casa.
Para mostrarte en un ejemplo real cómo conseguí tener una gran casa en 27 m2 y no sentirme atrapada, lo mejor es que te abra mi mente y mi corazón y te lo cuente tal cual.
Ni qué decir tiene que en aquel entonces no era rica ni mucho menos… más bien becaria y camarera y aún así conseguí los mejores efectos de bienestar. Tu también puedes.
Comenzamos:
HABITACIÓN PEQUEÑA PARA DORMIR A LO GRANDE
Mi dormitorio tenía 2.20 m de largo por 2.35 m de ancho (5.17 M2)
Un poco más y no cabía una cama estándar y a mí lo que más ilusión me hacía era dormir en una cama grande.
Después de mucho medir y no querer renunciar a mi cama grande, opté por una de 1.35 m con largo estándar (1.90 m) y hacer una especie de “habitación cama”
Coloqué la parte de la cabeza en el muro contrario a la puerta, para que ese muro (tortuga en feng shui) sirviera de apoyo, protección y presentación de la habitación para quien entrara.
Como vivía sola, la cama no tuvo más remedio que ir pegada a la pared por uno de los lados y dejar espacio sólo en un lateral. No se puede tener todo en la vida, por mucho feng shui que haya.
Para desviar la atención sobre la cama grande y el espacio pequeño, coloqué en la pared de cabecera 4 cuadros pequeños haciendo un dibujo geométrico con los marcos.
De esta forma, el que entraba no sentía que estaba en una habitación-cama, sino que distraía a los visitantes y a mí misma la mirada a otro sitio más armonioso en términos de decoración.
Elegí sábanas y colcha de colores suaves y neutros, y nunca fueron llamativas o estampadas. Había que hacer “desaparecer” la cama lo más posible en la vista desde la puerta y lo mejor era hacerlo con tejidos y complementos que no llamaran la atención.
En el resto del espacio únicamente cupo una cajonera estrecha de 5 cajones. Elegí también un tono neutro de madera clara y frentes de cajon semitransparentes para evitar que el mueble destacara demasiado sobre las paredes beige que ya estaban en el piso (y que me venían bien para el área de la casa en el que estaba)
Desgraciadamente no saqué ninguna foto de mi querido dormitorio, pero como me parece importante que veas el efecto de lo que te cuento, he hecho una plano a escala y aquí te la muestro.
plano y perspectiva de la casita pequeña
SALÓN MULTIUSOS PARA GRANDES MOMENTOS
Este fue un pequeño salón pero un GRAN reto
¿Cómo meter en 10 m2 un sofá, un armario (que no cabía en la habitación), mis libros, mi música, la tele, un sofá y además tener una mesa donde poder invitar a comer a alguien, aunque fuera a uno o dos como mucho?
Para colmo el espacio estaba dividido en 2 por el pasillo y la entrada de la casa por lo que la parte central había que dejarla libre y despejada para pasar sin problema al resto de la casa.
Mi imaginación, unos toques feng shui e IKEA obraron el milagro.
Para el comedor elegí una mesa plegable atornillada a la pared. La puse frente a la puerta principal ya que cuando no la necesitaba quedaba un espacio agradable y libre según entrabas. Dejaba fluir el Chi (si no tienes claro qué es, puedes ver el post “el chi, la fuerza o como lo quieras llamar”)
Con este escritorio reconvertido, además de solucionar un problema de espacio, ya tenía sitio para 3 comensales, incluida yo y además, por muy mal que cocinara, sabía que no iban a poder salir corriendo facilmente ;-)
El sofá me costó muchísimo… otro de los elementos de medidas bastante estándar y ese era el problema, que casi ningún fabricante de sofás piensa en casas pequeñas.
Finalmente encontré uno de 2.13 m de largo que me cabía perfecto en el espacio de 2.15 m que tenía la casa. Prueba conseguida y sobraban 2 centímetros :-D
Al principio compré la funda del sofá color azulón, para dar un poco de colorido y juventud a la estancia y según lo puse, la casa se hizo de golpe más pequeña. Error de novata
Por mucho que el feng shui y mis circunstancias indicaban colores fuertes para mi salón, entendí que no todos los caminos llevan a la misma sensación.
A si que me costó otro paseo y otros 15 € ir a por una funda color crudo, mucho más acorde con las limitaciones de la estancia y que me dio mucha más paz visual y sensorial.
Pero..¿Todo blanco? iba a parecer un hospital! (hospital pequeño, claro)
No quise renunciar al color y a la alegría y compré unos visillos amarillos y unos cojines de colores que cambiaba de vez en cuando para no cansarme.
Los complementos cambiaban, los muebles no. Ese era el equilibrio perfecto.
Una mesilla de dormitorio a modo de mesa de la tele, baldas atornilladas a la pared para mis libros y 2 plantitas estratégicamente puestas (pequeñas como la casa) dieron el toque final y la sensación de casa viva que necesitaba.
Como ves, ningún lujo típico, nada caro, nada selecto o difícil de comprar. No hacía falta nada de eso… solo un poco de feng shui, algo de gusto y mucha ilusión.
Ya estaba todo listo para ser feliz…. y lo fuí! :-)
¿A que ya te atreves con tu casa pequeña?
salón real de la casita pequeña
Me encantaría poder saber tu opinión sobre lo que escribo, si te ha funcionado, si te ha sorprendido, si te parece farfulla… lo que quieras.
Lo peor que podría pasar es haberte dejado completamente indiferente
¿Es así? ¡¡¡Cuentamelo!!!
Me encanta saber que hay alguien al otro lado
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